Taller Menú Ignaciano
EL TALLER DE COCINA DE SAFA JEREZ PONE EL SABOR A LA SEMANA IGNACIANA CON SU II RUTA GASTRONÓMICA
Los alumnos elaboran un menú fiel a la ruta que realizó San Ignacio de Loyola, estudiando los lugares, sus alimentos y lo que pudo comer en esos días.
Las rutas Gastronómicas de San Ignacio de Loyola nacen de una idea del curso 2023, de los alumnos del taller de cocina. Los chicos y chicas querían participar de manera más activa en nuestra semana de identidad.
Los propios alumnos cuentan: “Siempre hablamos en clase que una de las razones por las que nos gusta cocinar es porque hacemos que las personas se sientan felices… y al final eso es lo importante. Esa es una de las razones por la que decidimos cocinar para vosotros y además hacer partícipe a San Ignacio e invitarlo a nuestra mesa y por qué no, nos serviría de inspiración”.
De esa idea surge las Rutas gastronómicas de San Ignacio, porque como dijo un alumno: “ese señor viajó mucho profe, y tendría que comer”.
Y así de esta manera, improvisada, sin pensar y dando por hecho…… llegamos hasta el principio.
Investigamos en sus viajes y maridamos su vida con nuestros platos y surgió el Menú del año I, y después el Menú II, y así esperamos que el próximo año venga el tres, cuatro y muchos, muchos más…
Pero sobre todo seguiremos intentando aportar felicidad, envuelta entre aromas, sabores y texturas y como buenos aprendices, algunas veces nos llevarán al cielo y otras veces lo intentaremos….
Las rutas Gastronómicas de San Ignacio
En una de las cantinas que san Ignacio pudiera haber frecuentado en esos lares de Dios, un caminante le pudo charlar: “el buen yantar enaltece el espíritu”. Como buen pensador nos transmitió, a nosotros, almas pensantes, logrando embaucarnos para llevar a cabo tan tremenda cruzada
Por allá del 2023, fue creado este epílogo que nace con el propósito de alimentar nuestra carnal, así como San Ignacio alimenta nuestra espiritual, por largo y apetitoso tiempo.
Será labor ardua y laboriosa, pero sin duda lo llevaremos a cabo siempre que tengamos comensales dispuestos al riesgo que entraña manducar viandas guisadas por cocineros noveles, airados y apasionados
Y como dijo San Ignacio: “Todo para mayor gloria de Dios".
Así, pedimos iluminación y sabiduría para acompañar a nuestro guía en sus rutas, para recopilar recetas y viandas
y maneras de guisar
y vivir para amar
y entregar y saciar apetitos
y modelar los espíritus...
Correría el año II: 2024…
San Ignacio llega a Manresa en busca de respuestas para su espíritu. En esta etapa de su vida tendrá un episodio fundamental que vivirá frente al río Cardener, observando las frondosas huertas de la ribera donde hortalizas y verduras apetitosas, deslumbrantes en color contribuirán a su gran visión: la "ilustración del Cardener".
"Y mientras estaba allí sentado, se le empiezan a abrir los ojos del entendimiento. No es que viera alguna visión, sino que entendía y conocía muchas cosas con una iluminación tan grande que todas las cosas le parecían nuevas ".
Verduras nuevas asadas
Berenjena, Calabacín, Cebolla, Tomate, Espárrago
y Salsa Romesco…
Era el 4 de septiembre de 1523 cuando San Ignacio de Loyola, llegó a Jerusalén.
Había todavía esta diferencia: que cuando pensaba en aquello del mundo, se deleitaba mucho; más cuando después de cansado lo dejaba, hallábase seco y descontento; y cuando en ir a Jerusalén descalzo, y en no comer sino yerbas, y en hacer todos los demás rigores que veía haber hecho los Santos; no solamente se consolaba cuando estaba en los tales pensamientos, más aún después de dejando, quedaba contento y alegre.
Sin pesar y a pesar, debería alimentarse, aunque de manera sobria y austera, sin flaquear y con el objetivo de cumplir su misión…. para ello contemplaba….
Humus de Calabaza con Ciruelas dulces, Bacalao,
Miel y Pan ácimo…
“Y San Ignacio…… y nos, vimos a Dios”.
Pasan muchos años y San Ignacio llega a París, allí reúne un grupo de compañeros que quieren volver a Jerusalén, para vivir en la tierra de Jesús.
Deciden viajar hasta Venecia y desde allí embarcar hasta Tierra Santa…En la travesía, caldos ligeros y sabrosos, con un ingrediente del nuevo mundo, que alimenta y renueva la energía para la gran contienda venidera…
Parmentier de Patata, Apio y Puerro con su poquito
de Jamón asado…
Ya por este tiempo habían decidido lo que tenían que hacer, esto es: ir a Venecia y a Jerusalén y gastar su vida en provecho de las almas; y si no consiguiesen permiso para quedarse en Jerusalén, volver a Roma y presentarse al Vicario de Cristo, para que los emplease en lo que Juzgase ser de más gloria de Dios y utilidad de las almas. Habían propuesto también esperar un año la embarcación en Venecia y si hubiese aquel año embarcación para Levante, quedarían libres del voto de Jerusalén. En Venecia se ordenaron de misa los que no estaban ordenados. Se ordenaron a título de pobreza, haciendo todos votos de castidad y pobreza y así alimentando al pueblo con su bondad. Pero no solo con amor se alimentan las almas y va de aquí para allá en busca de viandas que regala. Un día, Amato Ferrero, el chef de cocina del Dux de Venecia le ofrece los restos de un gran banquete que se había celebrado en el gran Palazzo Veneciano. Arroz, Parmesano, Trufa, Pera y Hongos traídos del Piamonte, pizca de la prodigiosa pimienta y el aromático cardamomo. Se mezcla con esmero, como quien reza a Dios, con mimo y entregado hasta que creamos…
Risotto al Parmesano con Pera, Hongos y Trufa…
Y en su último viaje, Roma: dorada, alabada, adornada, brillante y untuosa….
Y en Roma San Ignacio tiene su Iglesia…
Y en su cúpula un trampantojo de luz
Y en el plato…
Almendras dulces, Caramelo Dorado, Café negro, Chocolate amargo…
Y si levantas la cabeza contemplarás
“El ascenso de San Ignacio”