Cómo construir desde la solidaridad frente a la adversidad
El Centro SAFA de Andújar comenzó las clases tal y como estaban previstas, haciendo frente al enorme desafío contrarreloj, tras el voraz incendio de las instalaciones de su edificio de talleres.
Cuando el pasado 1 de agosto se quemó el edificio de talleres de Formación profesional de nuestro centro, el miedo, la angustia, la tristeza aparecieron en escena y se convirtieron en protagonistas. Sin embargo, días después, fueron relevados por la esperanza, el sacrificio y la generosidad. Estos últimos valores no se toman jamás vacaciones y acudieron personificados en diferentes rostros, con distintas funciones o roles, pero con un mismo objetivo: nuestros alumnos tenían que comenzar sus clases en septiembre. Y se cumplió.
Pudimos ver, desde el primer momento, la multitud de personas que sienten SAFA Andújar como algo suyo. La población en general, antiguos alumnos y la comunidad educativa actual respondieron de forma unánime, mostrando su apoyo y ayuda. Han sido muchos los que dieron un paso al frente y de una forma u otra han colaborado para poner a punto las instalaciones básicas que nos han permitido comenzar el curso con todo el alumnado atendido de la forma que merece. Una vez más, nos hemos enfrentado a la adversidad y, una vez más, estamos saliendo adelante. Hay mucho por hacer, pero también hay mucha fuerza y ganas de hacer las cosas bien. Y sigue con nosotros ese sentimiento que nos caracteriza y nos hace diferentes: percibir el colegio como algo nuestro, algo que nos pertenece a todos, algo que nos duele.
Hemos recibido ayuda de particulares, empresas, entidades públicas y privadas que agradeceremos y recordaremos siempre porque en esos momentos de impotencia, donde se ven tambalear cimientos, encontrar a personas que nos ha tendido su mano generosa y comparten nuestra angustia ante las cenizas tiene un valor imperecedero.
Desde el principio, fueron muchos los desafíos a los que tuvimos que hacer frente. Algunos aún siguen ahí, en el horizonte, pero otros se han ido superando. Las clases comenzaron para los Ciclos formativos afectados en la misma fecha que en cualquier otro centro educativo. Se consiguió ubicar a todos los cursos, bien adaptando aulas a las necesidades de su especialidad (ordenadores, zona de prácticas, instalaciones eléctricas a punto, mesas electrificadas…), bien en aulas portátiles homologadas que se han instalado. Se han buscado soluciones diversas al desastre: alumnos de los Ciclos formativos de Electromecánica y Automoción van a realizar prácticas en los centros SAFA de Linares y Úbeda, se han hecho labores de limpieza y recuperación de materiales gracias a la paciencia y trabajo de muchos, y hemos fortalecido la confianza de padres y alumnos en nuestro centro para que siga siendo referente en Andújar y provincia.
Han sido muchas horas, muchas llamadas, muchas personas unidas para conseguir que SAFA Andújar haga lo que mejor sabe hacer: enseñar, velar por la formación integral de nuestros niños y jóvenes. Seguiremos trabajando, codo con codo, para que pronto volvamos a sentirnos orgullosos de las instalaciones de nuestra FP, esa con la que se comenzó en SAFA y que son nuestras señas de identidad. Solo nos queda decir, GRACIAS a cada uno de los que habéis hecho posible que podamos seguir formando Hombres y Mujeres para los Demás.
Agradecemos esta información a Gisela Leiros.