Durante dos intensos días, Málaga se ha convertido en el centro tecnológico de los colegios Jesuitas de España. Responsables pedagógicos, jefes de estudios, educadores y responsables de TICs se han reunido con líderes del sector tecnoeducativo y empresas para analizar las tendencias actuales. También para reflexionar sobre el mejor modo de implementar estas tecnologías en el contexto educativo.

El discurso inaugural corrió a cargo de Antonio Allende, SJ, delegado para Educación de la Provincia de España que insistió en la importancia del trabajo en red: «Necesitamos trabajar juntos, porque nosotros solos no podemos resolver todos los problemas que nos irán surgiendo», dijo. Además, el delegado ha reclamado caminar hacia unas políticas comunes sobre el uso de las tecnologías en el aula: “Las tecnologías no son neutras, necesitan de reflexión y ética para su buen uso».

También ha identificado algunos de los retos que se presentan en este ámbito en las escuelas de la Compañía de Jesús: Brecha digital, formación del profesorado, acceso de las mujeres a las STEM, educación inclusiva para las personas con dificultades, seguridad en la red dentro y fuera del aula. Terminó pidiendo a los profesionales de este campo en los colegios Educsi que aporten pensamiento y reflexión.

En las mesas de debate previstas han participado responsables de Formación y Sistemas de Información de los colegios de la Compañía, como Joan Gallifa, de Jesuites Educació; Jose Márquez, de las Fundaciones SAFA y Loyola de Andalucía y Miguel Poza, responsable de formación de EDUCSI, entre otros. También, asimismo, líderes del sector educativo como Gonzalo Romero, Head of Education en Google España, Carlos Alonso, responsable de Educación de HP España o Aidah Ali-Saad, responsable de Educación HP Europa.

El cierre de las Jornadas lo protagonizaron Joan Gallifa, Miguel Poza, Carlos Alonso y Aidah Ali-Saad. En ellas se hacían la pregunta de fondo: ¿ayudará la tecnología a que nuestro alumnado sea más libre?
Todos los ponentes coincidieron en la necesidad de aunar ética con un buen uso de los dispositivos y aplicaciones. Ese va a ser el principal reto de las instituciones educativas en el futuro próximo: la gestión ética de los datos, cada vez más precisos. Una tarea que corresponde a los centros educativos, pero también a los proveedores de servicios. José Márquez se mostraba optimista: “queda mucho camino por recorrer, pero ya se están haciendo muchas cosas”.