La pieza, galardonada hace dos años por el Festival de Cine Iberoamericano, fue elaborada íntegramente por los alumnos de Secundaria del centro en colaboración con sus profesoras, Laura Sánchez y Rosa Martín.
Como un enorme sol que va proyectando rayos allí por donde pasa y llenándolo todo de alegría. Así define Julia García a Víctor Marchena, dos de los alumnos protagonistas del cortometraje 'Soles', la pieza ganadora de Concurso de Cortometrajes sobre Discapacidad 'Ponte en mi lugar' que organiza el Ayuntamiento de Huelva.
El proyecto cuenta además con otros dos protagonistas, Javier Hernández y Manuel Tarsicio, también alumnos del colegio SAFA Funcadia, y por sus profesoras Laura Sánchez y Rosa Martín. Todos ellos conforman un equipo en el que han compartido la experiencia de una convivencia normalizada, entre jóvenes que hablan abiertamente de las cualidades que hacen especiales a sus compañeros y amigos.
Ante la cámara, todos ellos se han mostrado de forma natural, tal y como son, espontáneos y sin la presión de ningún guion previo, tal y como explica Laura, responsable del Departamento de Orientación del centro. Una técnica que ha servido para relatar el universo de la discapacidad en las aulas y que ha puesto en pie a los diferentes jurados del Festival de Cine Iberoamericano.
"Cuando lo supimos nos volvimos locos de contentos", asegura la profesora a Huelva Información. Precisamente una de las cosas más positivas del corto ha sido la naturalidad con la que ellos se expresan: "Los dejamos que fueran ellos mismos a través de una conversación expontánea" y el resultado estuvo a la altura de las grandes estrellas.
Una producción cuidada al detalle
A causa de la covid-19 y de las restricciones de movilidad, el corto no ha podido ser presentado hasta esta semana en los cines Aqualon. "Nuestros jóvenes se paseaban por el colegio estos días orgullosos del trabajo y esperando el reconocimiento de sus compañeros. El rato de convivencia que vivimos al ir al cine y después a comer y tomar algo fue increíble. Hay que agradecer no solo a ellos sino a sus familias que han permitido que hayamos podido llevar a cabo esta experiencia", asegura Laura.
Aunque la grabación se hizo con medios digitales, el proceso tuvo más de proyecto artesanal que tecnológico: "Desde el principio todo se hizo con un teléfono móvil, grabando y montado por los propios alumnos. Los protagonistas son de 1º de ESO mientras que el montaje y la transcripción la hizo una alumna de 4º curso", asegura la docente. "Nosotras aportamos acerca de la idea y el enfoque, el resto lo hicieron todo ellos".
Preguntada sobre qué fue lo que más le aportó personalmente sobre la realización de este corto, Laura lo tiene claro: "El trabajo y el apoyo de mi compañera Rosa fue fundamental. Si el proyecto ha salido adelante ha sido gracias a la motivación diaria de las dos cuando teníamos momentos de flaqueza", asegura acerca de un trabajo muy minucioso y cocinado a fuego lento en las instalaciones del colegio.
"Nuestras aulas sin diversidad no serían las mismas"
Como responsable del Departamento de Orientación, la docente está convencida de que las aulas del centro no serían las mismas sin diversidad: "Me siento muy afortunada de tener el mejor trabajo del mundo. Estos chicos necesitan unas medidas especiales pero lo que te aportan día a día con su forma de ser es un regalo".
Desde sus inicios, el colegio SAFA Funcadia ha apostado decididamente por un modelo de escuela inclusiva que incluye el acompañamiento formativo y humano de los niños y niñas con discapacidad.
Actividades como esta vienen a reforzar el ideario de un centro en el que este colectivo está perfectamente integrado en unas aulas basadas en una convivencia real en diversidad y de aprendizaje recíproco. "Son personas extraordinarias, de pensamientos muy sanos de los que todos deberíamos aprender", asegura la orientadora. "Es tan fácil como abrir la mente y aceptar que todos somos diversos y que en eso precisamente consiste el aprendizaje".
Las integrantes de este proyecto ya están pensando en los próximos retos para dar a conocer y dar visibilidad a la infancia con discapacidad: "Habrá que buscar nuevas temáticas y enfoques pero queremos seguir proyectando esta idea y levantar estos prejuicios sobre las capacidades de estos niños y niñas".
La Fundación SAFA, premiada por su labor educativa y social, ha sido distinguida junto a la Fundación Alalá, el Proyecto Hombre Granada, la Fundación Andaltec I+D+i y el chef José Andrés, en la duodécima convocatoria de los Premios de las Asociaciones y Fundaciones Andaluzas.
Los Premios AFA reconocen desde el año 2010 la labor de fundaciones y asociaciones declaradas de utilidad pública por su contribución significativa al desarrollo social desde distintos ámbitos, como son la educación, la cooperación, la empresa, la investigación y el medio ambiente.
En esta convocatoria, el jurado ha otorgado una Mención Especial al chef José Andrés, por su constante labor humanitaria realizada a través de su ONG World Central Kitchen con el objetivo de llevar alimentos allí donde se produce la catástrofe.
El jurado, presidido por Antonio Pulido Gutiérrez y formado por Lorenzo Amor, María del Monte, José María Pacheco, Jesús Vigorra, Juana Martín, Manuel Vizcaíno y Raquel Revuelta ha determinado otorgar el Premio AFA en la categoría de Educación, Cultura y Deporte a la Fundación SAFA por su doble labor educativa y social.
Desde hace más de 80 años, la Fundación SAFA ofrece una oferta formativa muy amplia en todos los niveles educativos desde Educación Infantil hasta Bachillerato, con una especial atención a la Formación Profesional. SAFA cuenta en la actualidad con más de 20.000 alumnos y 1.500 educadores distribuidos en 26 centros en todas las provincias andaluzas y más de 500 alumnos en la Escuela Universitaria de Magisterio en Úbeda.
En su candidatura al Premio se ha destacado la iniciativa social de la entidad, que colabora junto a distintas instituciones para facilitar el acceso del alumnado a aquellos recursos educativos que precisen, una forma de actuar que tiene su origen en la tradición educativa de la Compañía de Jesús y en su esfuerzo por ofrecer una formación de calidad e innovadora, que dote a los alumnos de una visión cristiana de la vida que les haga ser compasivos con los más débiles, muy conscientes del mundo que les toca vivir, y por ello, comprometidos con la transformación social y con competencia en amplios campos del saber.
En este sentido, la Fundación despliega diferentes programas educativos como #SAFAEmprende, destinado al fomento y reconocimiento del talento emprendedor del alumnado de Formación Profesional, el programa de Lean Management destinado a los perfiles profesionales o el programa SCHOOL&TALENT desarrollado junto a Endesa para formar y acompañar al alumnado con sobredotación intelectual.
La Fundación Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia forma parte de la red de EDUCSI de los colegios de jesuitas en España. EDUCSI, a su vez, se encuentra integrada en la JECSE, la red europea y en Educate Magis, la comunidad global de educadores jesuitas e ignacianos.
Está previsto que el acto de entrega de estos galardones se celebre el próximo 17 de noviembre, a las 19 horas, en la sede de la Fundación Cajasol, en Sevilla.
De los 12 centros del consorcio de FP Superior SAFA-Loyola, ha participado en el proceso de baremación del consorcio XIV alumnado de los centros de Fundación SAFA de Andújar, Écija, El Puerto de Santa María, Huelva, Málaga, Nuestra Señora de los Reyes (Sevilla) y Úbeda y de los centros de Fundación Loyola CES San José (Málaga) y Virgen de Guadalupe (Badajoz). Teniendo en cuenta las 14 movilidades concedidas en la resolución definitiva publicada por el SEPIE (Agencia Nacional Erasmus) el 25 de octubre, en uno de los documentos publicados aparece el listado del alumnado seleccionado del consorcio XIV, en orden decreciente según la nota global acumulada. Se han considerado las notas del ciclo formativo, la nota de la entrevista en idioma extranjero, la nota del informe de idoneidad y la nota de acreditación en idioma extranjero. En los otros dos documentos se encuentran los suplentes, siguiendo los criterios de selección del consorcio XIV publicados hace meses en la convocatoria.
En los documentos, los códigos que aparecen son: Primera letra: S para SAFA y L para Loyola. Segunda letra (y tercera letra en caso necesario): A: Andújar E: Écija P: El Puerto de Santa María H: Huelva M: Málaga N: Nuestra Señora de los Reyes U: Úbeda S: CES San José V: Virgen de Guadalupe.
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El Consorcio Erasmus+ de FP Superior SAFA-Loyola está cofinanciado por el programa Erasmus+ de la Unión Europea. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva del Consorcio SAFA-Loyola de FP Superior y ni la Comisión Europea, ni el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) son responsables del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida.
Durante los días 10, 11 y 14 de octubre se celebraron en Madrid las jornadas formativas del Padre jesuita Johnny C. Go y la profesora Rita Atienza, sobre su libro Learning by Refraction (“Aprender por Refracción”), organizadas por EDUCSI.
Johnny C. Go es Secretario de Educación de las Escuelas Jesuitas de Enseñanza Primaria y Secundaria en toda la región de Asia-Pacífico. Es también director del Instituto SALT (Science and Art of Learning and Teaching lnstitute), de la Universidad Ateneo de Manila; en SALT Rita es coordinadora de Formación del Profesorado y Desarrollo Profesional.
A la formación asistieron las directoras y directores gerentes junto con algunos representantes de la Jefatura de Estudios de los 26 centros de Fundación SAFA y miembros del Área Educativa de la Dirección Central de la institución.
El profesorado asistente tuvo ocasión de participar activamente en las dinámicas propuestas por ambos formadores, ahondando en diferentes aspectos relevantes del libro. Esta obra supone una guía práctica innovadora que potencia el trabajo del profesorado con su alumnado para el desarrollo de las cinco dimensiones del Paradigma Pedagógico Ignaciano (contexto, experiencia, reflexión, acción y evaluación), con una visión actualizada para el siglo XXI.
Entre los aspectos más sobresalientes, subrayaron la trascendencia del conocimiento, la excelencia, el empoderamiento, la empatía, el entusiasmo y el compromiso por parte de alumnado y profesorado, para incitar cambios reales en las metodologías utilizadas en nuestras clases. En este sentido, los objetivos de aprendizaje que se planteen en nuestras programaciones didácticas deben ser motivadores, garantizando el desarrollo autónomo y grupal de las competencias de nuestro alumnado y llamando a la acción por el bien común en nuestra sociedad. Además, sería recomendable que en cada unidad didáctica nuestro alumnado supiese qué va aprender, qué debe entender y qué tiene que ser capaz de hacer dentro y fuera del centro educativo para desarrollar sus competencias.
Para ello, los roles tradicionales asignados a alumnado y profesorado cambian, apostando por un profesorado que medita sobre su práctica docente, diseña y hace posible el aprendizaje de su alumnado con una supervisión y feedback constantes y un alumnado que reflexiona, pregunta y realiza desempeños complejos teniendo en cuenta el contexto, con la puesta en funcionamiento de procesos cognitivos de orden superior.
En un mundo incierto, complejo y en permanente cambio, destacaron la importancia del desarrollo del pensamiento crítico de nuestro alumnado para que pueda emitir valoraciones y juicios basándose en evidencias que lleven a conclusiones significativas. El impulso de temáticas profundas controvertidas que se puedan debatir y defender en el aula promoverán en el alumnado, según Johnny y Rita, la reflexión y el conocimiento de un tema con exhaustividad, evitando la superficialidad, el relativismo y el fundamentalismo. De esta manera se favorece su madurez y una sana convivencia dentro y fuera de las aulas.
Por otro lado, se coincidió en la necesidad de impulsar la evaluación contextualizada y significativa en el alumnado de nuestros colegios de modo colaborativo y coordinado, para que posteriormente redunde en una aplicación de lo aprendido en el mundo real. Este cambio de paradigma solamente podrá llevarse a cabo de forma gradual con el apoyo de los equipos directivos, aprendiendo en el proceso y celebrando los buenos pasos que se vayan produciendo.
Finalmente, los asistentes mostraron una gran satisfacción por la formación recibida, que consideran enriquecedora y plenamente alineada con la identidad y misión ignacianas. Asimismo, consideran que es una excelente opción para fomentar la innovación real en la enseñanza de nuestro profesorado y en el aprendizaje de nuestro alumnado.
Las entidades jesuitas han suscrito un convenio marco que amplía el intercambio de experiencias educativas y el voluntariado internacional entre ambos países reforzando las prácticas docentes de alumnos universitarios.
Las instituciones, que ya compartían experiencias educativas, refuerzan con este nuevo acuerdo el marco de colaboración mutua aunando esfuerzos para mejorar su impacto social y promover la innovación educativa. El ámbito de la investigación, el voluntariado o las estancias docentes y de alumnado para desarrollar temas de ciudadanía y justicia global, son algunas de las actividades que se llevarán a cabo a partir de ahora.
Fe y Alegría es una asociación que tiene como objeto promover la educación pública en los sectores sociales más vulnerables, especialmente en las zonas rurales de Perú a través del uso de las tecnologías de la información. Por su parte, la Fundación Loyola y la Fundación SAFA están comprometidas con ofrecer una educación personalizada de calidad, ética, creativa, con responsabilidad social, basada en la investigación, la reflexión colectiva y la acción comprometida frente a los problemas de nuestro tiempo, promoviendo el bienestar individual y colectivo.
Además de los convenios marcos firmados con las Fundaciones, la asociación Fe y Alegría ha rubricado un convenio específico con el Centro Universitario Sagrada Familia mediante el cual el alumnado realizará el “Practicum” de sus estudios universitarios en Educación Infantil y Primaria en el Colegio Fe y Alegría nº 22, de la ciudad de Jaén, en el Departamento de Cajamarca. Este acuerdo, puntual y de alcance limitado a esta iniciativa, está llamado a ampliarse en un futuro a más acciones y a otros actores, como la Fundación Entreculturas-Fe y Alegría.
Estas alianzas potencian el trabajo en red y favorecen el intercambio de conocimiento en el ámbito educativo, sector clave para insertarse productivamente en la sociedad y desarrollar con plenitud todos los talentos personales. Las experiencias vitales que se desarrollarán permitirán, a su vez, tender puentes entre distintas culturas y fomentar actitudes de respeto, dignidad, y confianza.